martes, abril 24, 2018

Feria de La Tuerca Redonda... Algo en teoría y algunas prácticas


Cuando pienso en una feria, imagino en primer lugar GENTE... Una feria debe tener gente. Si no, no es una feria. Imagino personas de todo tipo, necesidades comunes, pero de diferentes inclinaciones y gustos, con el placeres o necesidades comunes que les lleva a asisitir a la feria. Supongo que es imprescindible que algunos ofrezcan algo y otros deseen obtenerle.

Pensando en esa gente, imagino que debe haber un tema... O no haberlo. Pero si me invitan a una feria, suongo yo que de no tener tema hay de todo (o no) y de haber tema, supongamos, feria de la Tuerca Redonda, esperaría tuercas al menos. Supongo que quienes ofrecen tuercas no serían pocos, o no se llamaría Feria de la Tuerca Redonda.

Pensando en esa gente y en la Tuerca Frita, asumo yo que tal feria (sobre todo si ya es una segunda o tercera edición) implica un espacio a donde puedan llegar quienes ofrecen Tuercas y quiebes deseen obtenerlas. Supongo que algunos llegarían en su automóvil. Pero no todo el mundo tiene un vehículo propio. Por ende, supongo que de organizar una Feria de La Tuerca Frita, es de esperarse que alguna gente no llegue, si es en nuestro país. Pero si yo estuviese a cargo, esperaría tener la imaginación suficiente para buscar que la gente asista. Por ejemplo, hablar con los autobuseros de una ruta y buscar beneficios en común para que ellos puedan ayudar con el traslado a la cocalidad de Tuérquina, donde los torneros ofrecen su producto. Ni de carambola la organizo Clavetal, donde la gente ofrece clavos, pues la feria es de tuercas. Pero suponiendo que ese es el caso y el espacio es Clavetal, trataría de llevar a los torneros a Clavetal en autobuses, no vaya a ser que se me quede frío el asunto, con baños portátiles y música en tarima.

Pasan cosas así... Más cuando es complicado que la alcaldía de Clavetal y la Tuérquina no están en sincronía y tampoco hay buena comunicación entre ellas y la gobernación estadal, los consejos comunales y a un gobierno central le vale madres.
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Revisemos la receta:

- Feria de la tuerca Redonda: Hace falta que asistan torneros a ofrecer tuercas... No uno ni dos... Muchos.
- Debe ser en la zona donde se fabrican tuercas. De no ser así, necesitas transportar a los torneros. O en todo caso ayudar a los interesados a llegar la feria.
- Debes involucrar a la comunidad de torneros. Es a ella a la que vas a beneficiar en un principio.
- No sirve la inversión si no logras nada de esto y lo que haces es pavonearte.
- Si una feria ya es exitosa y eres nuevo encargandote de ella, NO INVENTES. Por ejemplo, la Feria de La Escafandra ya es conocida en toda América. No hace falta hacerla internacional. INFORMATE.

El Pastel de... Ejem... Perdón... CHUCHOCRACIA

Mi primer blog (que de hecho es este) comenzó como un proyecto con final incierto... Ha tenido unos cuantos nombres... El anterior a es fué El Pastel de Chucho, lo cual recuerdo nació a manera de chiste, porque mi blog era todo un pastel, relleno de todo (chistes, poemas, minificciones...)... Y por supuesto está lo de Chucho/Jesús. Para que tuviese más sentido (pensé yo) habría que publicar al menos una entrada sobre cocina... Y al menos una hablando del plato al cual le hacía referencia... Al final, me quedó infame la receta y el blog siguió pero menos esporádico. Hace unos tres años sucedió que estudié cocina a nivel profesional (ya las ganas estaban, pero en la sombra) y el chef Sumito Estevez nos encargó como tarea crear un blog, con la finalidad de documentar aquello que hacíamos (bastante incapié en documentar y mostrar otra faceta de la cocina en Venezuela) y me emocionó tener un blog ya al corriente, que llevaba tiempo con publicaciones (ya eran casi diez) y que de paso se llamase como un plato famoso, que le reconstruyó y dió otras luces Don Rubén Santiago (seamos honestos, es su creación al elaborarlo de esa manera que ustedes verán en el restaurante, pero el es super humilde y quizá no comentará el asunto... Se te quiere Rubén). Creo que no habré publicado gran cosa después de una o dos incursiones.


Sucedió que la cocina me ha arropado más estos días y tengo la necesidad de compartir mi labor de otra manera, sin combinar el pastel anterior, con mi oficio culinario. Por ello, el primer blog mutó a lo que yo llamo la Chuchocracia y El Pastel de Chucho es ahora mi espacio dedicado a la cocina y sus actividades afines. Lo bueno de todo esto es que todo el movimiento genera otra energía y más ganas de hablar de una cosa y otra, de manera más disciplinada en una y seguir en la anterior con el desparpajo.

Es todo un gusto estar de vuelta.

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ACTUALIZACIÓN 2020

ES MUY DIFICIL DESPEDIRSE DEL NOMBRE. ASÍ QUE "EL PASTEL DE CHUCHO" Y "CHUCHOCRACIA" SON UNO NUEVAMENTE