lunes, octubre 07, 2013

IMPRONTA

 Si vais a la felicidad llevad sombrilla (Ramón Gómez de la Serna)


          Eso de que el amor duele… Que es cursi para algunos… A mí me parece un asunto muy serio, coherente y sobre todo real…


Duelen todos  los nervios; duele el abdomen, la cabeza, los brazos, las piernas… Y termina por doler aquello que no se puede tocar: Lo que hueles, lo que piensas... el aire te duele… Es el aire lo que te duele… Y te va a doler más su ausencia, aunque sea de pocas horas… Y con intensidad, porque no hay de otra…


Y... ¿Cómo no va a doler? … Si es algo que se te ha enredado en los hilos que van hasta el cerebro, pasando por todo el sistema nervioso… Termina por filtrarse a todos los sentidos… Y la racionalidad lo acoge en ocasiones, sin poderle medir.
Quitarse ese entramado, es perderse…  Uno queda como una lona, seco y duro… Es como un filete sin jugo… Carente de gusto… Simple… ¡No! Ni siquiera simple… Insípido…



No es que uno quiera sufrir… No es que uno quiera que duela…  ¡No, no! … Pero a veces es así...